Martes 24 octubr 2006

No me aguanto..no imagino la voluntad de aguantar-me; ácida de espinas secas...
Tus esdrújulas caricias me adormecen en este verano próximo..son los lánguidos centinelas de siempre , en la misma página color blanco de estos apuntes..

Y tu vida?? Que hay detrás del arco iris azul?...a veces imagino pájaros hambrientos , un hambre porque tienen ganas y nada más que por ello...pero yo no los tengo...aunque tus finos guantes blancos los esconden oralmente...soy capaz de oírlos cuando cae la tarde en la ciudad...

Franqueas a través de los vidrios espejados...de las venas encerradas en mi piel...de la silueta de aquel naipe roto en su extremo...y de este trozo de papel japonés..
Indagas mi lujuria junto al olor de mi sexo...y me pides por última vez, aquella canción atrapada entre mis pequeñas manos..sentir que me ahogaré de todos modos...que tu cuello no me abriga , y me impide respirar naturalmente...izquierda, derecha...no me aguanto

Y tú? Que dices cuando susurras recuerdos que olvidaste??

No-me-abriga, tu garganta cobarde, tus piernas que insisten en quebrar las mías..no me abrigan tus uñas limpias..ni tu luna en cuarto...ni tu media tinta, ni la tinta de tus versos de hoy..
Burbujas desteñidas en este lago amarillo de fiebre, todo se ha tornado un monosílabo que rueda y rueda, sin terminar de caer...

El grito mudo brota de tu espalda y puedo hacer uso de tus finas costillas para escribir algunos versos de amor..y entonces arrojarlos por la ventana más próxima...
Siento los pies agrietados por la huída a des tiempo , no obstante vuestro vínculo de niños continúa creciendo en su juego...es que estamos a punto de nacer??
Ahora salgo a ver las calles, necesito respirar...
De vuelta aquí—estás allí??
-Si, sí, aquí mismo...es decir...allí, para ver la evaporada nube y contar-te un jugoso cuento de pies descalzos..siéntate!!
Cuando las horas se des-arman escojo tu reloj de arena tibia... y me visto de gala..
La adrenalina del mundo entero en palabras y risas cómplices..la mirada última, lejana melodía que llevo cual prendedor sobre mi pecho.

Tus alitas besan el rocío de mi sexo cuando te acuestas sobre mis pies y me unto de tus lágrimas de primarias fantasías..
Subrayamos el bello árbol mecerse , a través de mi ventana del segundo piso, ya es óptima la legendaria visión de tu sentimiento acuoso...

La lluvia comienza a caer