Viernes 25 de Noviembre 2005

De frente a tus espaladas, crece el mancebo e inexperto árbol de ancestrales raíces extensamente ramificadas.
El mundo se encierra en ti y tú te abres al mundo cual cóndor que en lo alto de la montaña despliega con gala sus ambiciones de cazador...Brillas, lucecita titilante...mas tu extraña belleza atonal transmite ningún reposo alguno...tus sensibles pies absorben el calor del pavimento y lo trasladan velozmente, viento conductor, a mis menudas manos de oxigenaciones a estrenar... pienso en ti....y el crepúsculo adormece esta noche en mi cama...compartiendo mis cansados párpados entregados al sueño profundo....de repente, girando inconsciente-mente mi cuerpo ahora horizontal, advierto al mismo astro potenciando su redondez casi geométrica, ha tomado algunas de mi vértebras que hacen a mi estructura ósea ...la viste...se posesiona y me habla de su no-luz ...de su certera mediocridad...de su indeseada dependencia solar...entonces nos abrazamos vigorosamente, buscando cálida complicidad y somos capaces de mantener un interesante diálogo mudo ....conjunto de palabras íntimamente hiladas a su enorme circularidad...a mi deficiencia de des-canso nocturno...